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Publicado el 7 de noviembre de 2025 a las 13:55

El clima político en Iglesia volvió a tensarse y esta vez con un desenlace concreto: la eliminación parcial del cargo único municipal que se cobraba en la boleta de luz. El intendente Jorge Espejo había prometido quitarlo tras una áspera audiencia pública realizada en Rodeo, donde vecinos y sectores del departamento lo increparon por la falta de gestión, la ausencia de obras y el uso de los fondos provenientes de regalías mineras. Aquel episodio, donde Espejo quedó contra las cuerdas y bajo fuerte presión, derivó finalmente en una modificación aprobada esta semana en el Concejo Deliberante.
La ordenanza tributaria anual 2025 fue modificada para incorporar un nuevo esquema de aplicación del cargo único municipal. Hasta ahora, el costo era transferido directamente a los usuarios a través de la facturación de la distribuidora Naturgy, pero con los cambios aprobados el municipio asumirá parte del financiamiento. Esta decisión surge luego de que vecinos denunciaran casos extremos de facturación —incluyendo boletas que superaban el millón de pesos— aunque en esos episodios puntuales el EPRE y la empresa atribuyeron el monto a errores de medición y no al cargo municipal.
El nuevo esquema no elimina el cargo para todos: la exención alcanza únicamente a usuarios que consuman hasta 1.400 kWh bimestrales y que pertenezcan a categorías tarifarias residenciales (T1R y T1G), pequeñas demandas o alumbrado público. Quienes superen ese tope, entre ellos comercios y empresas con consumos elevados, seguirán pagando el cargo. La municipalidad también se exceptuó a sí misma en consumos propios y de alumbrado público.
Uno de los puntos más sensibles de la ordenanza es el mecanismo para financiar las exenciones. El texto autoriza al Ejecutivo municipal a utilizar recursos provenientes de rentas de la propiedad, inversiones inmobiliarias, financieras o cambiarias. En Iglesia, esas herramientas suelen nutrirse de intereses generados por la colocación de fondos provenientes de regalías mineras, históricamente invertidos en plazos fijos, títulos o dólares para obtener ingresos mensuales. Ese esquema ha sido cuestionado en más de una oportunidad porque, si bien la ley de inversiones mineras restringe el destino del capital, no regula explícitamente el uso de los intereses; una zona gris que los municipios han aprovechado durante años.
La decisión de Espejo llega en un momento político delicado. El reclamo vecinal ocurrió semanas antes de las elecciones intermedias del 26 de octubre, donde el intendente —ahora aliado del oficialismo provincial— terminó perdiendo frente al peronismo, algo que no sucedía en Iglesia desde hace casi dos décadas. El resultado encendió alarmas internas y dejó en evidencia el malestar persistente en el departamento. En ese contexto, la eliminación parcial del cargo aparece también como un gesto para recomponer la relación con la comunidad tras una derrota inesperada y dolorosa.
Con la modificación aprobada, el último bimestre de 2024 ingresará ya bajo el nuevo esquema de facturación, y todo indica que la tributaria 2026 incorporará de manera definitiva la estructura actual. El asunto, que nació como un conflicto vecinal transmitido en redes y amplificado en medios, cierra ahora su capítulo administrativo, aunque deja abierta la discusión sobre el manejo de fondos municipales y el impacto político que tendrá en un año donde Iglesia volverá a ser un territorio clave.