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Publicado el 3 de noviembre de 2025 a las 14:14

Tras las elecciones del 26 de octubre hubo reuniones en los diferentes frentes para analizar el resultado electoral, algo inevitable después de una contienda tan ajustada. Vamos a centrarnos en Por San Juan, el oficialismo provincial, que tuvo un resultado no deseado. Así lo dijeron los propios dirigentes, un resultado que no esperaban, porque incluso sus encuestas internas les indicaban que ingresarían dos diputados.
Más allá de ese escenario, volvió a quedar claro que en San Juan los “tres tercios” se consolidan. Es la segunda elección consecutiva que marca la misma tendencia. A diferencia del escenario nacional, donde el radicalismo quedó fuera, en San Juan esa tercera posición que a nivel nacional se diluyó, sigue firme.
El manual político indica que, tras un resultado así, hay que dejar que baje la espuma y luego hacer un análisis profundo: revisión general, punteo distrital, análisis por departamentos y zonas, evaluación de los responsables territoriales, etc. Ese punteo ya comenzó en todos los frentes, incluido Fuerza San Juan.
El 26 de octubre hubo una reacción “en caliente” en el búnker oficialista. La mesa chica se reunió a puertas cerradas, en un clima tenso, con portazos y golpes en la mesa. Tal como trascendió, eso motivó que los dirigentes salieran temprano a hablar —alrededor de las 21:25— para descomprimir.
Luego hubo otra reunión antes del viaje del gobernador Marcelo Orrego a Buenos Aires, convocado por el presidente Milei junto a otros gobernadores. En esa reunión, la mesa chica fue aún más reducida: cuatro o cinco personas. Uno de los presentes sugirió un “reperfilamiento” de la estrategia de San Juan con Nación, bajo la lógica de que si una fórmula no da resultado, hay que cambiarla.
Ese consejo habría incluido una idea concreta: que Orrego reacomode su relación con Nación, acercándose más firmemente al espacio libertario para garantizar gobernabilidad, sobre todo teniendo en cuenta que hay dos diputados nacionales dialoguistas que podrían colaborar con San Juan.
En paralelo, circulan versiones sobre cambios en el gabinete. Algunos funcionarios podrían ser reubicados o desvinculados después de la Fiesta Nacional del Sol. Según trascendidos, Orrego ya tendría definidos los nombres que no continuarían y sus posibles reemplazos. No se trata solo de un análisis electoral, sino también de gestión: había tensiones en algunas áreas incluso antes del 26 de octubre.
Otro punto clave: Por San Juan logró mantener un diputado nacional. El candidato en primer término fue Fabián Martín. Pero hoy, la situación es que no está definido si asumirá o no. Su posible no asunción generaría un efecto dominó complejo.
Si Martín no asume, debería correr la lista. Le corresponde asumir a Federico Rizo, pero tampoco sería una opción sólida para el oficialismo, ya que no pertenece orgánicamente al orreguismo. Después aparece Carlos Jaime, primer suplente, 100 % orreguista. Él podría asumir, pero habría que desocupar su banca provincial, lo que abriría otro corrimiento y nuevas tensiones. En caso de que siguiera bajando la lista, aparece Federico Cordero, actual director de Desarrollo Económico, quien sería, dentro de un escenario complejo, “la luz al final del camino”, porque es un cuadro político competitivo para 2027.
Hay sectores dentro de Por San Juan que advierten que, si Martín no asume, se resentiría el esquema interno: parte del equipo de Martín teme perder posiciones dentro del gobierno provincial, lo que alimenta rumores y malestar. La falta de una bajada de línea clara multiplicó ese ruido.
Si Martín finalmente asume, se mantendrían intactas las estructuras martinistas y habría que renegociar el funcionamiento del binomio Orrego–Martín.