En la sesión de este jueves, la Cámara de Diputados de San Juan debía tratar la nueva ley de transporte presentada por el gobierno provincial la semana pasada. Sin embargo, el proyecto no obtuvo despacho en las comisiones de Servicios Públicos y de Legislación y Asuntos Constitucionales, lo que obligaba al oficialismo a introducirlo sobre tablas.

La estrategia fracasó. A pesar de que el oficialismo confiaba en alcanzar los 19 votos necesarios con apoyos circunstanciales —como el diputado libertario Patinella, algunos legisladores giojistas y el bloquista de Zonda, Jorge Mallea—, al menos dos diputados anticiparon que no acompañarían la iniciativa por considerar que presentaba errores legales.

El proyecto oficial proponía derogar la actual normativa de transporte y reemplazarla por un nuevo marco regulatorio. No obstante, legisladores opositores advirtieron que la redacción generaba superposiciones legales y posibles problemas de constitucionalidad. Ante la falta de tiempo para analizar las modificaciones, resolvieron no tratarlo.

En paralelo, sigue en pie otro proyecto de ley impulsado por el diputado Eduardo Cabello, que cuenta con el respaldo de los taxistas y excluye a las aplicaciones como Uber, Cabify o DiDi como medios de transporte reconocidos.

El revés legislativo dejó en evidencia un error de cálculo del oficialismo, que creyó tener los votos asegurados. El episodio refleja, además, el clima de campaña electoral que atraviesa la provincia: con el peronismo envalentonado por los últimos triunfos en Buenos Aires y el oficialismo tratando de sostener su mayoría, la Cámara se convierte en escenario de tensiones donde cada voto cuenta.