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Publicado el 27 de junio de 2025 a las 14:24

Visitó el programa La PICADA, el abogado Marcelo Arancibia para hablar sobre el fallo judicial que pone sobre la lupa al primo de Sergio Uñac.
El juez Héctor Roldán desestimó una demanda por calumnias e injurias presentada por el empresario Gustavo Monti contra el periodista Osvaldo “el Pajarito”. El fallo no solo reconoce la veracidad de los dichos periodísticos, sino que deja al descubierto vínculos entre contratistas del Estado y el poder político durante la gestión de Sergio Uñac.
El periodista Osvaldo, más conocido como “el Pajarito”, fue demandado en 2022 por el empresario sanjuanino Gustavo Monti por calumnias e injurias. El conflicto surgió tras una serie de declaraciones emitidas en su programa, donde cuestionaba que la empresa de Monti ganaba sistemáticamente todas las licitaciones públicas a las que se presentaba. Lo que parecía ser un conflicto privado, terminó exponiendo una trama mucho más compleja vinculada al poder político provincial.
El fallo fue dictado en primera instancia por el juez Héctor Roldán y representa un espaldarazo contundente al ejercicio del periodismo. El magistrado determinó que no hubo delito alguno por parte del periodista, ya que los dichos estaban respaldados por pruebas fehacientes, muchas de ellas provenientes de organismos oficiales. En consecuencia, se desestimó la denuncia y se reafirmó el principio constitucional de la libertad de expresión.
El abogado del periodista, Marcelo Arancibia, celebró la decisión judicial. “Es un fallo muy bien fundado, que fortalece institucionalmente el ejercicio del periodismo y consolida el valor de la libertad de prensa en un contexto político nacional e internacional donde este derecho viene siendo fuertemente cuestionado”, señaló. Agregó que, en caso de apelación, confía en que será ratificado por instancias superiores.
Durante el juicio se aportó una abundante cantidad de documentación oficial que acreditaba el rol de Monti como contratista del Estado, representante técnico de empresas adjudicatarias y beneficiario de contrataciones públicas durante las gestiones del exgobernador Sergio Uñac, con quien mantiene un vínculo de parentesco.
El expediente reveló un notable incremento patrimonial entre 2009 y 2023: 44 vehículos, más de 30 viajes al exterior durante la gestión uñaquista, inmuebles y licitaciones millonarias. Estos elementos fueron claves para que el juez entendiera que los comentarios del periodista no solo estaban basados en hechos, sino que eran de interés público.
Marcelo Arancibia explicó que, tratándose de un juicio civil por calumnias e injurias, cuando está en juego la libertad de expresión la carga de la prueba se invierte: no es el periodista quien debe probar que dice la verdad, sino el demandante quien debe probar que mintió y que eso le provocó un daño. “Monti no pudo probar ni la falsedad ni el daño. En cambio, Osvaldo sí demostró que lo que dijo era cierto”, resumió el abogado.
Una de las principales incógnitas que deja el fallo es qué harán ahora las instituciones con esta información. “Esto no es una causa penal —aclara Arancibia—. El juez civil no está obligado a investigar si hubo corrupción. Esa es tarea del Ministerio Público Fiscal, de la Cámara de Diputados y, sobre todo, de la dirigencia política”. Sin embargo, el fallo instala una sospecha con respaldo documental: durante el gobierno anterior, hubo contratistas con vínculos familiares directos con el Ejecutivo que concentraron adjudicaciones millonarias.
De hecho, la Cámara de Diputados ya investiga varios hechos de la segunda gestión de Uñac, entre ellos la polémica por el Acueducto Gran Tulum, una obra pública bajo sospecha. “De esto dependerá la gestión de Marcelo Orrego, si deciden avanzar o queda en la nada”, anticipó Arancibia.
El caso, en definitiva, confirma que el periodismo cumplió su función, aunque eso haya incomodado a los poderosos. “No es tarea del periodismo hacer denuncias penales, ni sustituir a fiscales. Su trabajo es investigar, informar, y aportar al debate democrático. Por algo Monti presentó la demanda: se sintió expuesto. Pero le salió el tiro por la culata”, sentenció Arancibia.