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Publicado el 19 de junio de 2025 a las 14:22

La intendenta de Caucete, Romina Rosas, fue interpelada este miércoles por el Concejo Deliberante en el marco de un fuerte conflicto con DECSA, la empresa encargada del suministro eléctrico en el departamento. La sesión, que se realizó con fuerte presencia del público, se tornó tensa y dejó más preguntas que respuestas.
La polémica gira en torno a una deuda millonaria que la empresa DECSA le reclama al municipio, pero que el Ejecutivo no reconoce como válida. Los concejales convocaron a Rosas para que diera explicaciones, y la audiencia terminó siendo un campo de batalla político y simbólico.
Afuera del recinto, un nutrido grupo de vecinos se concentró en apoyo a la intendenta. Con pancartas, bombos y cánticos como “¡Caucete se defiende con una mujer!”, la tribuna popular fue un factor central del clima político que rodeó la interpelación.
Dentro del Concejo, algunos ediles opositores portaron carteles con la leyenda: “En defensa de los recursos de los cauceteros”. La intendenta respondió con dureza: “Los concejales defienden a la empresa, no a los vecinos. Nosotros defendemos a los cauceteros”, dijo en declaraciones a la prensa.
Uno de los puntos centrales del conflicto es la falta de claridad sobre el monto real de la deuda entre el municipio y la empresa. Según la jefa comunal, DECSA factura de manera incorrecta el alumbrado público y el servicio eléctrico en general, algo que ha sido denunciado públicamente por el Ejecutivo.
“No hay certezas sobre los números. No queda claro si el municipio le debe a la empresa, o si la empresa está cobrando de más”, planteó Rosas.
Pese a la expectativa generada, la sesión no arrojó una resolución concreta sobre el conflicto. Los cruces verbales, la presión política y la tensión con la oposición terminaron por eclipsar cualquier posibilidad de clarificación técnica o jurídica sobre las responsabilidades en juego.